viernes, 14 de marzo de 2014

Morgue Policial de La Plata: la Justicia descubre inhumaciones clandestinas, cadáveres sin registrar y muchas irregularidades más




Secuelas de la inundación en La Plata: Enterré a mi papá dos veces”
Por Hugo Ruano
“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques;
 todo lo demás es relaciones públicas”
George Orwell

A casi un año de la inundación que padeció la ciudad de La Plata, la investigación judicial sobre las víctimas fatales de la tragedia va dejando al descubierto una trama de graves irregularidades que involucra a sectores de la Policía y de la Justicia. *
La causa para dilucidar la cantidad y las circunstancias de las muertes que se produjeron por la inundación se tramita en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 1 de La Plata, a cargo de Luis Arias.
Cuando, a pocas horas de la tragedia las cifras oficiales sobre los decesos parecían no dar cuenta de la dimensión de lo sucedido, una mujer, Soledad Escobar, tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre: Comenzó a investigar el tema por su cuenta. Días después se presentó ante el Juzgado de Arias solicitando ser admitida como amicus curiae, una figura por la que cualquier ciudadano puede colaborar en una causa, si es aceptado por el juez que la tramita.
Escobar y el Juez Arias exponen en el Senado provincial
Arias aceptó a Escobar como amicus curiae y desde entonces la mujer colabora con la causa. Con motivo de su activa participación en la investigación, Soledad Escobar ha recibido amenazas e intimidaciones que denunció ante la Fiscal de la UFI 1, Ana Medina, sin que a la fecha Medina haya otorgado la protección que solicitó Escobar para ella y para su familia.

Bajan turbias
El testimonio de Escobar estremece de movida: “Enterré a mi papá dos veces, me dijo una mujer. Y temía que la segunda vez me hubieran hecho enterrar una víctima de la inundación”.
La frase que Escobar escuchó de labios de esta mujer angustiada, remite a aquel “hay un fusilado que vive” que alguna vez oyó Rodolfo Walsh en el Club de Ajedrez de La Plata, y que dio origen Operación Masacre, la más profunda investigación periodística de nuestra historia.
Andando la senda de Walsh, Escobar se puso a indagar sin demora: “Cuando me entero de esto voy a constatar la situación en el cementerio, y localicé las dos tumbas. Cuando vi las dos tumbas con la misma inscripción en la lápida me temblaron las piernas. Pero fue la punta del iceberg que nos llevó luego a descubrir un mecanismo que utiliza la policía”.
Existen dos maneras para inhumar un cuerpo que se encuentra en la Morgue Policial; la más habitual es que los familiares soliciten la inhumación, presentando el DNI de la persona fallecida para acreditar su identidad. La otra manera, en caso que no se pueda certificar la identidad con el DNI, es mediante un procedimiento en el cual dos testigos que puedan acreditar su relación con el fallecido den fe de la identidad del mismo. 

La Plata, 3 de abril de 2013
En el seguimiento que para el diario digital Diagonales de La Plata viene realizando el periodista Pablo Spinelli, detalla el hecho con claridad: “El caso tuvo su primer capítulo el 10 de enero de 2013, cuando la hermana de un fallecido en un presunto homicidio fue convocada desde la morgue para retirar el cadáver. Siguió el 22 de noviembre, cuando un llamado de la misma dependencia y con la misma consigna fue recibido por la hija del muerto. Bastó una comunicación entre tía y sobrina para que la irregularidad quedara expuesta. (…) Según explicaron fuentes judiciales, al verse con dos cuerpos que tenían la misma identidad, lo primero que hizo el juez fue determinar cuál de los dos era el verdadero familiar de las mujeres. Comprobó que era el que fue enterrado en enero. Pero también descubrió que el cadáver inhumado en noviembre tenía al menos seis años de antigüedad”. En este caso “se omitieron protocolos de identificación de los cadáveres por parte de personas con vínculos familiares con el fallecido. Ese lugar lo habrían ocupado empleados de la dependencia”. (http://diagonales.infonews.com/nota-208738-Investigan-enterramientos-dobles-en-el-Cementerio-platense-.html )


La punta del ovillo
Semejante irregularidad alertó a Escobar sobre algo mucho más oscuro e inquietante, que puede estar sucediendo desde tiempo atrás: “Nosotros lo asociamos al tema de la inundación, pero hemos descubierto que se trata de un mecanismo. Aún no sabemos si se trata de un mecanismo para ocultar víctimas de la inundación, pero sí está probada la existencia del mecanismo. Lo grave de esto es que la Fiscalía otorgó para esta causa dos pedidos al Registro de las Personas para que sea inscripta la (misma) defunción. El Registro la inscribe dos veces y se obtiene dos licencias de inhumación para la misma persona. En uno de los casos se entierra la persona correcta, y en el otro a alguien que todavía no sabemos quién es. Y tampoco lo sabemos en otros casos donde han hecho lo mismo. Además tenemos detectadas cinco licencias de inhumación, pedidos al cementerio para enterrar cuerpos que no están en la Morgue”.

Acceso a la Morgue, 135 y 72
“Agarran causas penales viejas” y a través de este mecanismo, “obtienen un cheque en blanco para enterrar un cuerpo. La pregunta lógica que uno se tiene que hacer es ¿Este pedido es para un muerto de la inundación, es para un cuerpo que tienen en la Morgue y perdieron la identificación, o es para alguien que todavía está vivo? Porque es un verdadero cheque en blanco”.
Las irregularidades detectadas en la causa no se agotan en este caso, que ya de por sí es muy grave. “Hay un caso en particular de una persona que tiene un Acta de ingreso al Cementerio en el año 2009. Pero (hoy día) tiene con su misma identidad una licencia de inhumación lista para enterrar otro cuerpo. Y hay otros casos donde tienen la licencia de inhumación para enterrar cuerpos que no figuran en los listados de la Morgue, ni en peritajes anteriores, ni estaban en la Morgue cuando se hizo el peritaje. La pregunta que nos hacemos es a quién quería enterrar la Policía con esa licencia de inhumación. Hay otra situación igualmente grave: cuando ingresa un cuerpo, interviene una Comisaría y si en la Morgue determinan que se trata de una muerte natural, ni siquiera se le da participación a la Fiscalía. O sea, una vez descubierto el mecanismo podemos pensar en absolutamente todo, incluso en Miguel Bru
Un día completo en el infierno
Fue tal el caudal de irregularidades detectadas que el peritaje se extendió durante unas 24 horas. A las gravísimas anomalías administrativas que involucran a la Morgue, y que, por ejemplo, permitieron enterrar en el Cementerio, con diferencia de meses, a dos cuerpos bajo la misma identidad, se suma el calamitoso estado de las instalaciones de esa dependencia.
Gendarmería Nacional en el allanamiento a la Morgue 
Ni bien comenzó el allanamiento, el estupor se adueñó de todos los que participaron de la diligencia. “Ni la mente más perversa y macabra puede imaginar lo que nos tocó vivir. A mí como amicus curiae, a los testigos que valientemente acompañaron el procedimiento, y a  los mismos Gendarmes, que tampoco venían preparados para ver lo que vieron. Todos nos mirábamos sin poder creer el horror que estábamos presenciando”, expresó Escobar.
El panorama no podía ser más desolador: suciedad, insectos, falta de funcionamiento de todas las cámaras refrigeradas, cuerpos putrefactos y sin identificar, perros muertos enredados con cuerpos de bebés, muestras “guardadas” en frascos de café… un aire irrespirable y fétido que, pasada más de una semana, Soledad aun no se lo puede quitar de la nariz.
“Como no tienen espacio, apilan los cuerpos y cuando se descomponen se pegan uno con el otro… Todavía no lo puedo creer. Parece morboso, pero no tengo otra manera de explicarlo… Ni yo podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Una cosa dantesca”,  grafica Escobar. Y el adjetivo parece ser más el apropiado para describir este verdadero descenso a los “círculos del infierno” en que se terminó transformando el allanamiento a la Morgue.
Estado de muestras biológicas en la Morgue
“Otra cosa gravísima, había nueve cuerpos sin rótulo, lo que significa que es un cadáver que uno no puede asociar ni a una identidad, ni a una causa penal, ni se sabe cómo llegó ahí, ni sabe de qué se murió, porque no tiene rótulo. O sea es un cadáver. Y punto. Así, encontramos nueve. Si me pongo a enumerar todas las situaciones anómalas, no terminamos más”, concluye Escobar.
Apriete bonaerense y connivencia judicial
Durante el allanamiento, apenas los funcionarios policiales de la Morgue notaron que Escobar tenía claro qué información buscaba, que la estaba encontrando y que esto los comprometía, comenzaron a interferir con su tarea, a seguirla e incluso a  tomar imágenes de ella en forma obviamente intimidante. Luego recibió una grave amenaza a través de su cuenta personal de Facebook.
Por esa amenaza, Escobar presentó una denuncia penal ante la Fiscal Ana Medina, de la UFI 1 de La Plata; hasta el momento no obtuvo la protección que solicitó. “Yo responsabilizo a la Fiscal, a la doctora Ana Medina, ante quien hice la denuncia por las amenazas, si es que algo me llegara a suceder a mí o a algún familiar mío. Porque hice la denuncia, el hecho es muy grave y nadie y ni siquiera me contactaron para ver si necesitaba algo. De hecho solicité una custodia y todavía estoy esperando”.
“Yo termino amenazada porque lógicamente se tocan intereses de personas que debieran quedar muy comprometidas por su accionar. Respecto de esto el Juez Arias obviamente está muy preocupado. Yo hice la Denuncia Penal lo que pasa es que lamentablemente tenemos que hacerlo “en la boca del lobo”. Obviamente la Procuradora (General de la Provincia, María del Carmen Falbo) no debe tener mucho interés en que a mí me cuiden, porque son sus mismos Fiscales los que emiten dobles pedidos de inscripción de defunciones, y es la misma Procuradora la que ha defendido el accionar del Fiscal (Juan Cruz) Condomí Alcorta, que ha sido un desastre jurídico en la inundación”
La actuación de Condomí Alcorta fue duramente cuestionada –principalmente, pero no sólo- por la sospecha generalizada de que se estaba encubriendo un número de víctimas fatales mucho mayor al asumido por las autoridades. De hecho, según denuncia Escobar de “los 52 muertos de la inundación que ellos admiten haber recibido en la Morgue Policial, realizaron la autopsia solamente en 8 casos. Por el Código Procesal Penal, hacer la autopsia es una obligación en cualquier muerte violenta o con sospecha de criminalidad. Eso no solamente es gravísimo, sino que ha dejado a muchísimos familiares de víctimas sin saber realmente qué fue lo que provocó la muerte”. En el allanamiento del 28 de febrero se encontraron varios cadáveres aún vestidos, sin autopsia, sin ningún tipo de identificación y con rasgos que los peritos son experiencia no dudan en atribuir a una muerte traumática por ahogo o inmersión.
Viejas mañas
Las tinieblas del terrorismo de Estado, y las más recientes desapariciones en democracia de Miguel Bru, Jorge Julio López y Luciano Arruga –las tres con inocultable sello azul bonaerense- se proyectan sobre este escenario sombrío. Adelina de Alaye, Madre de Plaza de Mayo viene denunciando a dos decenas de médicos a los que se acusa de haber firmado certificados de defunción de personas anotados en la morgue policial de La Plata como "NN", figura utilizada por los represores para encubrir el cautiverio de las víctimas, las torturas que serían evidentes en sus cuerpos, y su posterior asesinato a sangre fría. Recientemente, en la causa “La Cacha” Alaye reiteró su denuncia, que incluye al ex Vice decano de la Facultad de Medicina de la UNLP, Enrique Pérez Albizu, quien se vio obligado a presentar su renuncia.
Estos antecedentes no se le escapan a Escobar: “En democracia, evidentemente, a los mecanismos de la dictadura que ya se usaban, tuvieron que encontrarle otra vueltita más, que es esta de la doble inscripción. Lo que han hecho es una “evolución” para poder meter en el circuito legal, por llamarlo de alguna manera, cuerpos de otras personas, enterrándolos bajo identidades falsas”.
Mientras aguarda ansiosamente los resultados de los análisis de todo el material obtenido en el allanamiento a la Morgue, Soledad Escobar deja en claro sus motivaciones que la llevaron a asumir semejante compromiso, sin miedo ni egoísmo: “Me gustaría ser portadora de mejores noticias, por ejemplo que se cambie la legislación vigente para que esto no pueda suceder nunca más. Yo no investigo con el afán de satisfacer el morbo de nadie, ni de encontrar cosas horribles. Simplemente decir ‘esto no funciona’ y que se generen propuestas para que las cosas malas no puedan volver a suceder. Quitarles los recursos a las personas capaces de cometer estas atrocidades, para que no las puedan cometer nunca más. Y poner la lupa en los lugares donde nuestra democracia, porque es joven, todavía no llegó. Eso es lo que me motiva principalmente. Y obviamente esclarecer todo lo que pasó el 2 de abril, que es lo que me impulsó a todo esto”.
El cúmulo de las irregularidades encontradas permite suponer que no se trata de meras desprolijidades administrativas cometidas involuntariamente, por la magnitud y lo imprevisto de la tragedia de abril de 2013. Sino más bien, en la existencia previa de estos mecanismos, diseñados con el fin de borrar rastros, asegurar impunidades y privar de Justicia a las víctimas, que somos todos.
Lo que parece estar en juego, una vez más, es qué modelo de Justicia logra imponerse. La que encubre y practica el delito, vive de la corrupción y garantiza la impunidad. O la que busca la Verdad, protege a las víctimas y defiende los derechos de todos los ciudadanos “cueste lo que cueste y caiga quien caiga”. 

* En base a la entrevista realizada el 8 de marzo para El Pulki, sábados 15 hs - AM 1390 Radio Universidad de La plata






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