martes, 9 de septiembre de 2014

La Facultad de Ciencias Económicas de la UBA persigue a docente kirchnerista




Andrés Asiaín es profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires FCE - UBA.Integra la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche y dicta el curso de Crecimiento Económico. Las autoridades de la FCE pretenden desplazar a Asiaín del dictado de ese curso, en lo que constituye un claro caso de persecución ideológica por parte de las autoridades de esa casa de estudios.

Asiaín señala como responsable de esa persecución a María Fernanda Inza,subsecretaria Académica de la FCE y dirigente del PRO 


El Pulki dialogó con Asiaín, quien dio detalles del caso y del contexto general en el que se produce esta persecución. Trascribimos algunos conceptos del testimonio de Asiaín, y sugerimos la escucha de la nota completa mediante el reproductor de abajo.



La Facultad de Ciencias Económicas hereda, en términos de programas de estudio varias cuestiones ya propias del menemismo. Ese fue el último plan de estudios (que se encuentra vigente), con un perfil liberal en cuanto a formación económica. Esto se combina con otros problemas ya propios del ámbito universitario, en el que no se trabaja con un eje en los problemas económicos de la Argentina, con un programa económico nacional. Muchas veces los programas son un "copio y pego" de una Universidad del exterior, lo que implica una dependencia en términos de pensamiento científico muy nociva, al no trabajar los problemas reales de la economía Argentina. Sería como laburar para resolver los problemas de los Estados Unidos. Esto es otra deficiencia muy grande.




Sin embargo, en los últimos años se abrieron muchos cursos con un perfil orientado a resolver los problemas económicos nacionales, construidos desde el laburo de estudiantes y docentes. Por ejemplo, la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche,  la fundamos hace diez años dos egresados sin ningún tipo de apoyo de la facultad, pero a través la organización, la paciencia, las charlas libres, varios de los que la integramos luego pudimos ser profesores. Esto se ha dado con otros ámbitos, como la Escuela de Economía, donde se leían autores keynesianos, marxistas, cosas que no entran en el programa oficial. Lo mismo pasa con nosotros, que apostamos al pensamiento económico vinculado a los problemas de la realidad nacional, al pensamiento económico argentino y problemas del presente. Por ejemplo, en la facultad muchas veces no se ven temas como las retenciones, el impacto del dólar sobre los precios. Temas básicos que no se ven porque no son importantes en Estados Unidos y no están en los programas. Nosotros trabajamos mucho por eso, y hemos logrado en algunos casos incorporar la problemática argentina a las materias y a los programas. Esta es una construcción desde abajo, todavía sin un reconocimiento oficial, pero que va tomando cuerpo en una serie de docentes con una mirada alternativa a la más ortodoxa, conservadora y neoliberal.


Por eso el miedo que se tiene ahora es que, a partir de estas medidas de la nueva gestión, se intente avanzar sobre esos cursos para volver a un perfil del graduado más tecnocrático, que no estudie los problemas económicos argentinos. Porque, en su visión, el graduado de económicas argentino tiene que, después de graduarse, irse a estudiar al extranjero, en un posgrado o maestría en el exterior para después conseguir trabajo en una gran multinacional.

Esa es la visión de la actual conducción de esta Facultad; contraria a la nuestra, que busca formar empresarios, funcionarios o administradores de empresa, contadores que entiendan la economía argentina, cómo afecta la llegada de una empresa a nuestro país, que tengan una respuesta mínima a quien de última les financia el estudio, ¿no? Porque es una universidad pública sostenida por el aporte de todos los argentinos".




"Respecto de mi situación se da la paradoja de que los estudiantes quieren cursar, los docentes quieren dar las clases, les aulas están disponibles. Nosotros incluso empezamos el curso igual y las autoridades tienen la mala voluntad administrativa de no permitir que el curso se dicte. Eso es muy gráfico, está todo disponible: el docente, los estudiantes y el espacio físico, y hay una administración que quiere impedir la apertura del curso en contra de la voluntad de todas las partes. Nada más gráfico que esto para expresar lo que sucede. Las autoridades deberían facilitar la tarea del docente y de los estudiantes; mejorarla para que puedan estudiar, formarse y estar al servicio de resolver los problemas económicos de los argentinos. En lugar de eso se están dedicando a perseguir por cuestiones políticas o ideológicas -no lo sé- y a molestar a los estudiantes".









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