Por Gabriel Mariotto
“Prefiero perder con mis convicciones que ganar una elección dejando los principios de Evita y Perón de lado” NK, 6 de agosto 2009
Recordar a Néstor Kirchner es tarea cotidiana para quienes somos militantes de este Proyecto Nacional y Popular. La querida presencia del “Flaco “está siempre con nosotros, nos acompaña en la tarea diaria de construir la Patria que soñó y por la que dio todo, hasta la vida misma. Ese recuerdo no puede ni debe ser un hecho estático, un asunto de fechas y homenajes. Porque Néstor nos enseñó con su ejemplo, con su hacer más que con su decir, que para que nadie quede en el camino es necesario que el recuerdo sea una cosa vívida, palpable en la acción de todos los días, en la defensa de los sueños y convicciones que él supo llevar puertas adentro de la Casa de Gobierno. No es muy complicado encontrar las responsabilidades y tareas que Néstor nos pedía a menudo en sus charlas y discursos. Más de una vez nos alentó a cuidar y defender el Proyecto nacido en el 2003. Más de una vez nos convocó a ayudar y acompañar a Cristina en la difícil e impostergable tarea que está llevando adelante. Releer sus discursos, sus extraordinarias arengas, repasar sus acciones, dimensionar su extraordinario coraje nos debe comprometer a cumplir con el mandato que nos dejó con su partida. La muerte sólo vence si el olvido que es su mejor aliado nos gana la partida. En cada militante, en cada compañero o compañera está presente el espíritu de nuestro querido Néstor. Estos días son de una gigantesca responsabilidad. Los personajes de siempre no cesan en sus ambiciones, las piedras y palos en la rueda con que tuvo que lidiar Néstor son los que ahora debemos superar nosotros. Dejar sola a nuestra Presidenta sería la peor de las traiciones al compromiso que tomamos con nuestro Jefe y con nuestra Patria. Las mejores flores para recordarlo son los ramilletes de volantes que la militancia vaya repartiendo por las calles de todo el país. El mejor bronce para su homenaje es el compromiso efectivo de cada uno de nosotros en el lugar que nos toque ocupar. Decía Atahualpa Yupanqui en su maravillosa “Los hermanos”: “Y en nosotros nuestros muertos, pa´ que nadie quede atrás.” No dejar a nadie atrás fue el sueño y el compromiso de Néstor Kirchner. Por eso trabajó y militó como Presidente primero y como militante de Cristina cuando la historia le dio esa tarea. Trabajar y militar para que nadie quede atrás es la mejor manera de tener para siempre a nuestro compañero delante de todos, llevando la bandera de una Patria cada vez más Justa, más Libre y más Soberana.
Escrito para Aluvión Popular http://aluvionpopular.com.ar/
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