jueves, 5 de septiembre de 2013

56 años de El Eternauta: “Nosotros no tenemos superhéroes, tenemos víctimas” FRANCISCO SOLANO LÓPEZ

A 56 años de la aparición de El Eternauta, repasamos la entrevista con el Maestro FRANCISCO SOLANO LÓPEZ *

Un 4 de septiembre de 1957, con dibujos de Francisco Solano López y guión de Héctor Germán Oesterheld, en la revista Hora Cero Semanal, aparecen los primeros cuadros de la que sería la saga más perdurable de la historieta nacional e internacional. La publicación se extendió hasta el número 106, dos años después.

¿De dónde se inspira para la creación de sus personajes, por ejemplo “Un Mano”?
Bueno, en primer término, surge de la descripción de las características físicas, mentales y de personalidad de los protagonistas de la historia. Sean villanos o héroes, o sean del Pueblo. Y el Mano tiene algunas características ya condicionadas por el papel que les dio a desempeñar Oesterheld en la narración de la historia; otras que surgen de su manera de comportarse frente a las situaciones que tiene que enfrentar, generalmente de dominio. Característica de la persona acostumbrada a dirigir y a manejar las cosas desde su posición de autoridad y de superioridad. Y eso no solo se refleja físicamente, en aspectos del detalle morfológico como por ejemplo la mano llena de dedos que es una especie de desarrollo de los teclados de las computadoras de hoy día; sino también en una actitud psicológica de la personalidad del fulano este, “Mano”, que se siente el dueño y el que maneja la situación. Entonces eso está dado por una gestualidad, una postura de superioridad, de desprecio por el interlocutor, que debe ser reflejado no solamente por las características físicas sino psicológicas: la expresión, la mirada, el gesto, la forma de estar parado o de dirigirse, el lenguaje que utiliza... Todo tiene que estar relacionado con el papel que desempeña ese protagonista en la historia. Y eso lo da no solamente como te decía las características físicas sino gestuales.

Usted recién nos refería tres grupos de personajes. Villanos, Héroes y Pueblo. Sin embargo en la obra realizada junto a Héctor Germán Oesterheld han propuesto al héroe colectivo. La tensión entre el bien y el mal pero no como valores absolutos; incluso en la historia los personajes no son completamente malos ó completamente buenos.
Efectivamente. En forma casi natural e inadvertida terminaban los protagonistas agrupándose; asociándose y trabajando apoyados unos en los otros y enfrentando los peligros y las amenazas, naturalmente en las historietas los protagonistas están siempre sometidos a amenazas peligros y problemas que tienen que resolver y la tendencia natural era que no fuera alguien salvavidas de todo el mundo, que viene y arregla las cosa, sino un trabajo en colaboración en donde el protagonista, por razones argumentales, en este caso Juan Salvo, después llamado El Eternauta, termina siendo una persona falible también, frente a algunas situaciones donde recibe la ayuda de algún compañero que lo está secundando. El héroe colectivo y el pueblo; la gente agrupada y de esos grupos algunos se destacan como más cercanos o sufren destinos más dramáticos. En fin... eso da un contexto más vivo, más cálido, más cercano al lector. Tengo la sensación... así lo interpretaba yo con los dibujos: sobre la imaginación, sobre la creación de los personajes, el papel que desempeñan, prefiero yo caracterizarlo con el aglutinamiento de rasgos físicos y psicológicos que se producen dentro de mi cerebro para darle forma a los diferentes protagonistas según el papel que deben desempeñar en la historia

Nos resulta novedosa, para la época, la propuesta del héroe colectivo; falible sin súper poderes.
El súper héroe rubio musculoso el que resuelve todo, ese no. Pero no teníamos una actitud militante combativa respecto de ir contra eso. Yo mismo era admirador en mis años infantiles de héroes rubios musculosos y todo...después si quieren los comentamos, pero resulta que lo importante ahí era desarrollar una historia con los elementos de la realidad que teníamos nosotros en nuestro entorno, en nuestro barrio. Cuando yo hacía El Eternauta venían mis amigos a espiar por sobre el hombro en el tablero a ver que le pasaba al Eternauta esta semana. Esa era una de las señales del interés que despertaba la historia pero no estábamos determinados a conseguir el éxito sorprendente, ni la vigencia que tiene hoy día El Eternauta como este especie de icono popular en los lectores de historietas. Si no era una historia más... la hacíamos con todo el entusiasmo de vivirla como aventura propia, algo sencillo en el sentido de que veíamos a los personajes que me producía Oesterheld con su guión y yo traduciéndolos en dibujo como algo que nos era familiar, que los teníamos cercanos estaban ahí en la mesa los dibujitos.

Esto de remitirse a lo que pasaba en el barrio tal vez apunta también a que no miraban tanto lo macro, es de buscar un Héroe nacional, sino algo que tiene que ver más con el grupo de amigos, el barrio.
Exactamente. Tanto es así que hay un antecedente de El Eternauta que es una historieta que hice para la primera revista que saco Oesterheld en su editorial Frontera; se llamó “Rolo El Marciano Adoptivo”. Al final de la historia se resuelve el tema: resulta que ese marciano adoptivo, Rolo, fue condecorado por los mismos marcianos, por la ayuda que él les brindó. Rolo era el maestro de escuela del barrio; el presidente del club; y el líder de la barra que paraba en el café de la esquina. Entonces sus amigos eran: uno el changador que bajaba las reces de carne para la carnicería del barrio, el otro era un mecánico estupendo que arreglaba los coches de todo el barrio y cosas por el estilo. Con ese criterio, después eso se llevó a un terreno más aventurero, realista, más dramático: se convirtió con las variantes del caso, en la zaga de El Eternauta.

Fuera de micrófono nos contaba que fue consultado por una empresa extranjera acerca de cuál es el héroe Argentino, ¿quisiera compartir con la audiencia su respuesta?
Sí, en realidad una empresa muy importante que no voy a mencionar, que está haciendo un movimiento planetario como corporación multinacional de refuerzo de sus propios iconos. Instalación del concepto del Superhéroe en los distintos lugares del planeta de acuerdo con las características de la región. O sea, mimetizarse, ellos buscan la información acerca de la identidad y característica que puede tener un súper héroe en cada zona del planeta. En el medio oriente, en la Patagonia, en Alaska. Para convencerlos mejor, para hacerlos caer en la trampita a los que puedan estar alerta. Y crean incautamente que tienen un héroe esquimal ó gauchito y digan “mirá, éste es nuestro”. Y resulta que no, que los hilos está manejado por la estructura de súper héroes nacida de Hollywood, del mercado globalizado de los súper héroes: con aspecto nacional pero viene falsificado. ¡¿Qué Tal?!
Entonces cuando me preguntaron por el súper héroe les dije nosotros no tenemos súper héroes, tenemos víctimas.

¿Alguna vez leyendo el diario o escuchando ó viendo las noticias se le figuro algún personaje?
No porque yo no soy creador de tramas argumentales de lo que ocurre. Escapo a eso porque si yo invento la historia que después voy a ilustrar me aburro. A mí me gusta sorprenderme con el guionista, después de una conversación, un planteo general de la línea que queremos seguir y a donde queremos llegar, me gusta que el guionista tenga la libertad de proponerme todas las sorpresas, las gambetas de las situaciones dramáticas o aventureras que se producen. Y yo descubrirlas en el momento y con esa impresión, con la frescura de la información que recibo y poder plasmarlas en la composición de un cuadro o de una secuencia, de una página, de lo que sea.

Esta forma de generar los personajes donde usted recibe las características del personaje desde las ideas del guionista, ¿alguna vez recorrió el camino inverso, usted le dio alguna idea al guionista?
Sí, se la doy a través de los dibujos. Por ejemplo en El Eternauta pensaba Oesterheld hacer una historieta de 60 páginas y al final terminó con 360. Y eso fue dado por lo que yo le daba en términos de imagen. Las características que recibía extra, más allá de la descripción o de los límites, o de la idea personal que el guionista había puesto en el personaje. Sin darme cuenta, sin que yo me lo hubiera propuesto, estar presente con algo que fuera solo mío sino que estaba integrado dentro de la dinámica del trabajo cotidiano que recibía de manos del guionista y que yo le hacia una elaboración de acuerdo a lo que espontáneamente me surgía de mi propia imaginación, sobre lo que estaba ocurriendo dentro del cuadro y en el que actuaban los protagonistas que estaba creando en el momento... y eso era recibido por el guionista y se le iban ocurriendo cosas que llevaron a que la historia fuera una zaga que todavía seguimos inventando las últimas páginas con Pol, mi guionista actual.

Solano sabemos que la televisión la regaló, pero ¿es de leer los diarios?
Sí la televisión la regalé y los diarios los leo en el monitor de la computadora. Pero lamentablemente lo que tengo para decir es que: leo lo que dice página 12. Lo que me ofrece la Nación ó el Clarín es algo que me produce rechazo. Y como trato de sentirme cómodo mientras trabajo escucho la radio, no leo. El lenguaje que produce la Nación con ese estilo tan prosopopéyico, tan pomposo que tienen... en cierta época cuando yo estaba fuera del país estaba suscripto a la edición nacional de la Nación, era una cuestión de nostalgia y era lo único que tenía a mano, pero ahora cuanto más distancia ponga mejor. A veces me traen el recorte de alguna noticia que tiene que ver conmigo, un amigo o mi hermana, pero yo la lectura directa del diario ni siquiera en la pantalla del monitor de la computadora la puedo soportar. Disculpen la franqueza con la que me expreso. A mí me hace mal y la lectura de Clarín está tapada por la propia publicidad que tiene que apenas se puede leer. Entonces ese trabajo extra me lo ahorro.

Lo vimos en el Teatro Argentino de La Plata entregándole una estatuilla de El Eternauta y un dibujo a la presidenta de la Nación. ¿Quiere referirnos el momento?
Sí, es así, el dibujo con los protagonistas de la escena de ese momento. Es decir la imagen de Oesterheld, como autor de la trama que popularizó el trabajo que hicimos en común y la figura de Cristina, la mandataria, la responsable del impulso que dio a La Ley de Servicios Audiovisuales y Mariotto, que es el que hizo el trabajo de la cocina de la ley de medios: él visitó a los senadores, a los diputados, a los gremios, a los grupos de opinión y también tuvo su lugarcito en ese dibujo.
Y bueno además la estatuilla esa de El Eternauta, es la que tenía yo en casa y la traje para ofrecérsela a la Presidenta. Este efecto personal me pareció, simbolizaba en la parte que nos toca a nosotros como historietistas, como participante de la formación de opinión de información y de entretenimiento de nuestro oficio; en esa parte pensé que una estatuita de esas podía ser para ella un recordatorio con el cual estuvo muy de acuerdo. Se le ofreció la posibilidad de tenerla en su colección de objetos personales: una imagen de lo que nosotros tomamos como nuestra actividad cotidiana.
La estatuilla fue hecha por un maquetista argentino, que recibe encargos del exterior de todos los súper héroes que produce la industria de norteamericana y sus variantes. Está trabajado con materiales en frío y con mucho detalle y mucha capacidad representativa, una pequeña escultura. La iniciativa de él fue hacer una maqueta de El Eternauta y de uno de los principales villanos de la historia que es “Un Mano”, así que yo me quedé con el villano. Estas pocas estatuillas nunca fueron explotadas comercialmente, existen algunas pocas mas entre amigos.

¿Le produce alguna sensación especial que sus creaciones “anden” por el mundo entero?
Nada especial, me gusta, me divierte. Ver ediciones en Croata ó en Griego, puede ser que en algún momento haya ediciones en japonés no se todavía, los japoneses tienen una personalidad muy fuerte como para entrarles. La tendencia es imponer ellos su propio estilo, se la han ingeniado con los automóviles, con toda la producción electrónica han pasado de copiadores a inventores. Así que ver que nuestro trabajo ocupa un lugarcito en la atención del mundo occidental y eventualmente pueden llegar a Medio Oriente u otros lugares no me llena ni de orgullo ni de falsa modestia pero es algo natural.

¿Ha cambiado la historieta El Eternauta desde sus orígenes a la actualidad?
Suelo decir que con la historieta se puede decir casi todo; eso es lo que en la práctica, en el transcurso en la dinámica de nuestro trabajo cotidiano, se transparenta a veces aunque sea inconscientemente. El trabajo de equipo que hacemos entre el guionista, el que le da estructura, el esqueleto a la historia, y el dibujante; hay una simbiosis que hace que naturalmente tendemos a la defensa de ideas que terminan siendo políticas aunque no sea nuestra intención. Y esa es una forma de comunicarnos con nuestra visión del mundo para los lectores es una transmisión de contenido cultural que afortunadamente, pienso, que está ganando terreno en este momento; mi presencia aquí conversando con ustedes es una de las pruebas.

Cuando se lee El Eternauta por primera vez, a condición que esta primera vez sea posterior al golpe de Estado de 1976, la pregunta que se surge inmediatamente es: ¿cómo sabían lo que iba a pasar? ¿Casi veinte años antes?
Esa es una vieja discusión, que da la idea que había toda una organización de propósito de combinación de nuestro trabajo con una operativa de inteligencia que detectaba que es lo que estaba pasando lo que se tramaba, pero no. Eso se vivía en la calle, lo vivía la gente. Los que dicen que no sabían lo que estaba pasando hacen sospechar que no están diciendo toda la verdad. ¿No? Pero nosotros actuamos espontáneamente y la actividad más comprometida, ya militante de Oesterheld, hizo que terminara él siendo víctima de su propia premonición. Desechó el peligro que significaba y tuvo el final trágico que conocemos. No solo su propio destino sino también el de sus hijas y el de toda su familia. Esa es la sensación que me da, como se ha ido ensamblando los pedazos de realidad histórica. ¿Dónde está el futuro? ¿Dónde está el presente? ¿El pasado?... todo se plasma en una cosa que es un producto de la realidad terrible que nos toco vivir que en forma premonitoria fue tocada por nosotros porque era una vivencia que estaba ahí presente trabajando nuestro inconsciente. Nuestro inconsciente colectivo producía eso que después se convirtió en realidad. Estaba latente.

¿Extraña el charlar con Oesterheld?
La charla era a través del guión. Nuestro dialogo era: él me mandaba palabras, él me mandaba su discurso y yo le contestaba con mis dibujos. Estábamos los dos muy ocupados. Era nuestra ocupación única, yo dibujando y él escribiendo todo el día, no solamente la historieta de El Eternauta sino varias al mismo tiempo, para otros dibujantes como eran Hugo Prat, Alberto Breccia... colegas, estupendos dibujante que también tuvieron su papel y su rol y estábamos todos influidos, fascinados por la capacidad creativa de Oesterheld que se manifestaba en todos los guiones que el producía.

Da la sensación que la historia de El Eternauta se esta rescribiendo todo el tiempo.
Sí, lo que ocurre es que la realidad nos pega y nosotros respondemos con el contenido que tenemos a la vista; es decir, ustedes mismos aquí con las achuras están mostrándonos la parte de realidad que otros tratan de ocultar y nosotros en nuestra producción de entretenimiento entre comillas se filtran los mensajes de lo que es la injusticia; lo que es cuestionable, lo que hay que modificar; cuál es el punto ideal al que deberíamos dirigirnos. Y ese es nuestro aporte; no de tipo militante consciente combativo. Nuestro combate es el combate de las imágenes, del entretenimiento de las ideas: pero ahí a través de ese lenguaje gráfico se trasunta una postura que después de El Eternauta siguieron, siguieron otras historias, otras realidades que en el fondo transmiten el mismo mensaje. He, ¡¿que tal?! Actualmente con Pol, el guionista, un muchacho que empezó a trabajar conmigo a los 23 años y hoy ya pasa los cuarenta y seguimos cada vez mas ensamblados, estamos planeando para después del cierre de El Eternauta; quedé en libertad para hacer un guión de una historia de él, no seguirle el relato de El Eternauta que es lo que le ha ocurrido hasta ahora. Sino que él produzca su propia historia, y si me gusta, la dibujo.
Les agradezco mucho, la pasé muy bien, esto ha sido una conversación entre amigos. Sigamos haciendo las cosas con un significado preciso: la lucha por la justicia y no por la riqueza.

* Entrevista realizada el 07/11/09 para el programa Vaca Cubana (AM 530 - La Voz de las Madres)








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