Secuelas de la inundación en La
Plata: “Enterré
a mi papá dos veces”
Por Hugo
Ruano
“Periodismo es publicar lo que
alguien no quiere que publiques;
todo lo demás es relaciones públicas”
George Orwell
A casi un año de la inundación que padeció la ciudad de
La Plata, la investigación judicial sobre las víctimas fatales de la tragedia
va dejando al descubierto una trama de graves irregularidades que involucra a
sectores de la Policía y de la Justicia. *
La causa para dilucidar la cantidad y las circunstancias de las muertes
que se produjeron por la inundación se tramita en el Juzgado en lo Contencioso
Administrativo N° 1 de La Plata, a cargo de Luis Arias.
Cuando, a pocas horas de la tragedia las cifras oficiales sobre los
decesos parecían no dar cuenta de la dimensión de lo sucedido, una mujer, Soledad Escobar, tomó una decisión que
cambiaría su vida para siempre: Comenzó a investigar el tema por su cuenta. Días
después se presentó ante el Juzgado de Arias solicitando ser admitida como amicus
curiae, una figura por la que cualquier ciudadano puede colaborar en
una causa, si es aceptado por el juez que la tramita.
Escobar y el Juez Arias exponen en el Senado provincial |
Arias aceptó a Escobar como amicus
curiae y desde entonces la mujer colabora con la causa. Con motivo de su activa
participación en la investigación, Soledad Escobar ha recibido amenazas e
intimidaciones que denunció ante la Fiscal de la UFI 1, Ana Medina, sin que a
la fecha Medina haya otorgado la protección que solicitó Escobar para ella y para
su familia.
Bajan turbias
El testimonio de Escobar estremece de movida: “Enterré a mi papá dos veces,
me dijo una mujer. Y temía que la segunda vez me hubieran hecho enterrar una víctima de la
inundación”.
La frase que Escobar escuchó de labios de esta mujer angustiada, remite
a aquel “hay un fusilado que vive” que alguna vez oyó Rodolfo Walsh en
el Club de Ajedrez de La Plata, y que dio origen Operación Masacre, la más profunda
investigación periodística de nuestra historia.
Andando la senda de Walsh, Escobar se puso a indagar sin demora: “Cuando
me entero de esto voy a constatar la situación en el cementerio, y localicé las
dos tumbas. Cuando vi las dos tumbas con la misma inscripción en la lápida me
temblaron las piernas. Pero fue la punta del iceberg que nos llevó luego a
descubrir un mecanismo que utiliza la policía”.
Existen dos maneras para inhumar un cuerpo que se encuentra en la Morgue
Policial; la más habitual es que los familiares soliciten la inhumación,
presentando el DNI de la persona fallecida para acreditar su identidad. La otra
manera, en caso que no se pueda certificar la identidad con el DNI, es mediante
un procedimiento en el cual dos testigos que puedan acreditar su relación con
el fallecido den fe de la identidad del mismo.
La Plata, 3 de abril de 2013 |
En el seguimiento que para el diario digital Diagonales de La Plata viene realizando el periodista Pablo Spinelli, detalla el hecho con
claridad: “El caso tuvo su primer
capítulo el 10 de enero de 2013, cuando la hermana de un fallecido en un
presunto homicidio fue convocada desde la morgue para retirar el cadáver.
Siguió el 22 de noviembre, cuando un llamado de la misma dependencia y con la
misma consigna fue recibido por la hija del muerto. Bastó una comunicación
entre tía y sobrina para que la irregularidad quedara expuesta. (…) Según
explicaron fuentes judiciales, al verse con dos cuerpos que tenían la misma
identidad, lo primero que hizo el juez fue determinar cuál de los dos era el
verdadero familiar de las mujeres. Comprobó que era el que fue enterrado en
enero. Pero también descubrió que el cadáver inhumado en noviembre tenía al
menos seis años de antigüedad”. En este caso “se omitieron protocolos de
identificación de los cadáveres por parte de personas con vínculos familiares
con el fallecido. Ese lugar lo habrían ocupado empleados de la dependencia”.
(http://diagonales.infonews.com/nota-208738-Investigan-enterramientos-dobles-en-el-Cementerio-platense-.html
)
La punta del ovillo
Semejante irregularidad alertó a Escobar sobre algo mucho más oscuro e
inquietante, que puede estar sucediendo desde tiempo atrás: “Nosotros lo
asociamos al tema de la inundación, pero hemos descubierto que se trata de un
mecanismo. Aún no sabemos si se trata de un mecanismo para ocultar víctimas de
la inundación, pero sí está probada la
existencia del mecanismo. Lo
grave de esto es que la Fiscalía otorgó para esta causa dos pedidos al Registro
de las Personas para que sea inscripta la (misma) defunción. El Registro la inscribe
dos veces y se obtiene dos licencias de inhumación para la misma persona. En uno de los casos se entierra la persona
correcta, y en el otro a alguien que todavía no sabemos quién es. Y tampoco
lo sabemos en otros casos donde han hecho lo mismo. Además tenemos detectadas
cinco licencias de inhumación, pedidos al cementerio para enterrar cuerpos que
no están en la Morgue”.
Acceso a la Morgue, 135 y 72 |
“Agarran causas penales viejas” y a través de este mecanismo, “obtienen un cheque en blanco para enterrar
un cuerpo. La pregunta lógica que uno se tiene que hacer es ¿Este pedido es
para un muerto de la inundación, es para un cuerpo que tienen en la Morgue y
perdieron la identificación, o es para alguien que todavía está vivo? Porque es
un verdadero cheque en blanco”.
Las irregularidades detectadas en la causa no se agotan en este caso,
que ya de por sí es muy grave. “Hay un caso en particular de una persona que tiene
un Acta de ingreso al Cementerio en el año 2009. Pero (hoy día) tiene con su
misma identidad una licencia de inhumación lista para enterrar otro cuerpo. Y
hay otros casos donde tienen la licencia de inhumación para enterrar cuerpos
que no figuran en los listados de la Morgue, ni en peritajes anteriores, ni
estaban en la Morgue cuando se hizo el peritaje. La pregunta que nos hacemos es a quién quería enterrar la Policía con
esa licencia de inhumación. Hay otra situación igualmente grave: cuando
ingresa un cuerpo, interviene una Comisaría y si en la Morgue determinan que se
trata de una muerte natural, ni siquiera se le da participación a la Fiscalía.
O sea, una vez descubierto el mecanismo
podemos pensar en absolutamente todo, incluso en Miguel Bru”
Un día completo en el infierno
Fue tal el caudal de irregularidades detectadas que el peritaje se
extendió durante unas 24 horas. A las gravísimas anomalías administrativas que
involucran a la Morgue, y que, por ejemplo, permitieron enterrar en el
Cementerio, con diferencia de meses, a dos cuerpos bajo la misma identidad, se
suma el calamitoso estado de las instalaciones de esa dependencia.
Gendarmería Nacional en el allanamiento a la Morgue |
Ni bien comenzó el allanamiento, el estupor se adueñó de todos los que
participaron de la diligencia. “Ni la mente más perversa y macabra puede
imaginar lo que nos tocó vivir. A mí como amicus
curiae, a los testigos que valientemente acompañaron el procedimiento, y a los mismos Gendarmes, que tampoco venían
preparados para ver lo que vieron. Todos nos mirábamos sin poder creer el
horror que estábamos presenciando”, expresó Escobar.
El panorama no podía ser más desolador: suciedad, insectos, falta de
funcionamiento de todas las cámaras refrigeradas, cuerpos putrefactos y sin
identificar, perros muertos enredados con cuerpos de bebés, muestras
“guardadas” en frascos de café… un aire irrespirable y fétido que, pasada más
de una semana, Soledad aun no se lo puede quitar de la nariz.
“Como no tienen espacio, apilan los cuerpos y cuando se descomponen se
pegan uno con el otro… Todavía no lo puedo creer. Parece morboso, pero no tengo
otra manera de explicarlo… Ni yo podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Una
cosa dantesca”, grafica Escobar. Y el
adjetivo parece ser más el apropiado para describir este verdadero descenso a
los “círculos del infierno” en que se terminó transformando el allanamiento a
la Morgue.
Estado de muestras biológicas en la Morgue |
“Otra cosa gravísima, había nueve cuerpos sin rótulo, lo que significa
que es un cadáver que uno no puede asociar ni a una identidad, ni a una causa
penal, ni se sabe cómo llegó ahí, ni sabe de qué se murió, porque no tiene
rótulo. O sea es un cadáver. Y punto. Así, encontramos nueve. Si me pongo a
enumerar todas las situaciones anómalas, no terminamos más”, concluye Escobar.
Apriete bonaerense y connivencia judicial
Durante el allanamiento, apenas los funcionarios policiales de la Morgue
notaron que Escobar tenía claro qué información buscaba, que la estaba
encontrando y que esto los comprometía, comenzaron a interferir con su tarea, a
seguirla e incluso a tomar imágenes de
ella en forma obviamente intimidante. Luego recibió una grave amenaza a través
de su cuenta personal de Facebook.
Por esa amenaza, Escobar presentó una denuncia penal ante la Fiscal Ana
Medina, de la UFI 1 de La Plata; hasta el momento no obtuvo la protección que
solicitó. “Yo responsabilizo a la
Fiscal, a la doctora Ana Medina, ante quien hice la denuncia por las amenazas,
si es que algo me llegara a suceder a mí o a algún familiar mío. Porque
hice la denuncia, el hecho es muy grave y nadie y ni siquiera me contactaron
para ver si necesitaba algo. De hecho solicité
una custodia y todavía estoy esperando”.
“Yo termino amenazada porque lógicamente se tocan intereses de personas
que debieran quedar muy comprometidas por su accionar. Respecto de esto el Juez
Arias obviamente está muy preocupado. Yo hice la Denuncia Penal lo que pasa es
que lamentablemente tenemos que hacerlo “en la boca del lobo”. Obviamente la
Procuradora (General de la Provincia, María del Carmen Falbo) no debe tener
mucho interés en que a mí me cuiden, porque son sus mismos Fiscales los que
emiten dobles pedidos de inscripción de defunciones, y es la misma Procuradora
la que ha defendido el accionar del Fiscal (Juan Cruz) Condomí Alcorta, que ha
sido un desastre jurídico en la inundación”
La actuación de Condomí Alcorta fue duramente cuestionada
–principalmente, pero no sólo- por la sospecha generalizada de que se estaba
encubriendo un número de víctimas fatales mucho mayor al asumido por las
autoridades. De hecho, según denuncia Escobar de “los 52 muertos de la
inundación que ellos admiten haber recibido en la Morgue Policial, realizaron
la autopsia solamente en 8 casos. Por el Código Procesal Penal, hacer la
autopsia es una obligación en cualquier muerte violenta o con sospecha de criminalidad.
Eso no solamente es gravísimo, sino que ha dejado a muchísimos familiares de
víctimas sin saber realmente qué fue lo que provocó la muerte”. En el
allanamiento del 28 de febrero se encontraron varios cadáveres aún vestidos,
sin autopsia, sin ningún tipo de identificación y con rasgos que los peritos
son experiencia no dudan en atribuir a una muerte traumática por ahogo o
inmersión.
Viejas mañas
Las tinieblas del terrorismo de Estado, y las más recientes
desapariciones en democracia de Miguel
Bru, Jorge Julio López y Luciano Arruga –las tres con inocultable
sello azul bonaerense- se proyectan sobre este escenario sombrío. Adelina de Alaye, Madre de Plaza de Mayo
viene denunciando a dos decenas de médicos a los que se acusa de haber firmado
certificados de defunción de personas anotados en la morgue policial de La
Plata como "NN", figura utilizada por los represores para encubrir el
cautiverio de las víctimas, las torturas que serían evidentes en sus cuerpos, y
su posterior asesinato a sangre fría. Recientemente, en la causa “La Cacha”
Alaye reiteró su denuncia, que incluye al ex Vice decano de la Facultad de
Medicina de la UNLP, Enrique Pérez
Albizu, quien se vio obligado a presentar su renuncia.
Estos antecedentes no se le escapan a Escobar: “En democracia,
evidentemente, a los mecanismos de la dictadura que ya se usaban, tuvieron que
encontrarle otra vueltita más, que es esta de la doble inscripción. Lo que han
hecho es una “evolución” para poder meter en el circuito legal, por llamarlo de
alguna manera, cuerpos de otras personas, enterrándolos bajo identidades falsas”.
Mientras aguarda ansiosamente los resultados de los análisis de todo el
material obtenido en el allanamiento a la Morgue, Soledad Escobar deja en claro
sus motivaciones que la llevaron a asumir semejante compromiso, sin miedo ni
egoísmo: “Me gustaría ser portadora de mejores noticias, por ejemplo que se
cambie la legislación vigente para que esto no pueda suceder nunca más. Yo no
investigo con el afán de satisfacer el morbo de nadie, ni de encontrar cosas
horribles. Simplemente decir ‘esto no funciona’ y que se generen propuestas
para que las cosas malas no puedan volver a suceder. Quitarles los recursos a
las personas capaces de cometer estas atrocidades, para que no las puedan
cometer nunca más. Y poner la lupa en los lugares donde nuestra democracia,
porque es joven, todavía no llegó. Eso es lo que me motiva principalmente. Y
obviamente esclarecer todo lo que pasó el 2 de abril, que es lo que me impulsó
a todo esto”.
El cúmulo de las irregularidades encontradas permite suponer que no se
trata de meras desprolijidades administrativas cometidas involuntariamente, por
la magnitud y lo imprevisto de la tragedia de abril de 2013. Sino más bien, en
la existencia previa de estos mecanismos, diseñados con el fin de borrar
rastros, asegurar impunidades y privar de Justicia a las víctimas, que somos
todos.
Lo que parece estar en juego, una vez más, es qué modelo de Justicia
logra imponerse. La que encubre y practica el delito, vive de la corrupción y garantiza
la impunidad. O la que busca la Verdad, protege a las víctimas y defiende los
derechos de todos los ciudadanos “cueste lo que cueste y caiga quien caiga”.
* En base a la entrevista realizada el 8 de marzo para El Pulki, sábados 15 hs - AM 1390 Radio Universidad de La plata
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