Dado que se
trata de una columna radiofónica, se recomienda su escucha, pero como siempre,
para los que prefieran la lectura, transcribimos…
El discurso
tuvo una orientación muy económica y social. Y, en línea con lo que se debatió
en el III Plenario de Políticas Públicas, resaltando fuertemente la cuestión
internacional. Es decir, dejar de analizarnos como la Argentina en sí misma,
con nuestros problemas de precios y demás, sino entender la cuestión a partir
del contexto en que estamos, en un mundo en el que hoy la base del sistema
capitalista está sustentada en el sistema financiero. Las mismas empresas
industriales de los países centrales lo que hacen es poner el 50 % de sus
utilidades y dividendos en la timba financiera, y así van emitiendo deuda y
hacen que otros países contraigan esa deuda para después presionarlos y
cobrarles las regalías a través del sistema financiero. La Presidenta lo
planteó y está clarísimo que tener un Proyecto Nacional y popular que va a
contramano de cómo está el mundo es todo un desafío.
En los
números que dio la Presidenta nos mostramos como el cuarto país más
proteccionista. El tercero es Estados Unidos y el primero es Brasil, cuando
siempre escuchamos el argumento de los sectores de oposición diciendo que por
qué no nos parecemos más a Brasil… yo estaría encantado, pero hay que hacer
otras medidas de proteccionismo que ellos no sé si estarían de acuerdo.
En líneas generales hay que resaltar una frase sintética pero que condensa todo el discurso; cuando dice que hay una guerra comercial y de monedas. Y acá pareciera que los industriales argentinos no se están poniendo los pantalones largos, como diría Jauretche. Están apostando a la importación, acelerar importación para no producir. Ellos aducen que no están dadas las condiciones, aún después de todo este período de crecimiento. Ahí lo veíamos a Ignacio de Mendiguren, el representante de la U.I.A., pareciera que los de la U.I.A. hicieron caso omiso del crecimiento y la mejora en la distribución del ingreso. Son los que acumularon la plata, la llevaron afuera y hoy apuestan a la devaluación: la U.I.A., la Sociedad Rural, algunos otros también vinculados al comercio exterior, y dentro de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos.
El otro dato
importante tiene que ver con las reservas de petróleo y gas, medidas en años.,
y que sumadas dan como para cinco siglos de consumo de energía. Con la
posibilidad de extraer esos recursos y refinarlos. Ahí podemos ver el carácter
de una posible intervención de Estados Unidos sobre el establishment
empresarial local, a la hora de discutir que políticos ponemos en el gobierno,
para ver si favorece los intereses de la Nación o los de estos industriales y
agropecuarios que se alinean automáticamente a los intereses foráneos.
Respecto del
acuerdo con Repsol, por el 51 % que se expropió, les dimos al final unos
cuantos papeles a 20 años. Fue muy bien manejado. Y al final de cuentas se
logró el objetivo, dentro de los marcos jurídicos y que plantea la Ley de
Expropiación, sin ninguna exageración de ningún tipo. Los medios como TN
resaltaron que “nos endeudamos por mil millones de dólares más”, que es como
pretender comprar una casa a 20 años y que no te apliquen ninguna tasa de
interés.
Si una
economía no está en crecimiento, si no tiene consumo en su mercado interno, no
se puede hablar de aumento de salarios. Eso vos lo podés hacer si tenés una
política nacional, por eso lo importante de debatir la Política Pública, como
en el Plenario de Políticas Públicas. Ahora ¿Qué pasa si no tenés la
posibilidad de una política autónoma nacional? Ahí volvemos al caso del CIADI.
El problema es que si vos vas al CIADI y perdés, esto puede afectar tu nivel de
reservas. Y eso complicaría más la situación en una discusión salarial.
Imagínense si hubiéramos perdido el litigio con YPF, hubiéramos tenido que
perder 10.000 millones de dólares de reservas. Sería una situación crítica como
para pensar qué tipo de paritarias se podrían discutir en ese escenario. Porque
en ese contexto los industriales hubieran propuesto el endeudamiento a
cualquier costo, y que los trabajadores también aporten lo suyo, a través de
una baja de los salarios. Por eso YPF que parece un tema que es solamente
energético es el tema que engloba a toda la economía nacional y que va a
permitir la discusión de aumentos salariales.
Y también la
Presidenta dejó algo claro, y es que ser
trabajador, en sí mismo, no es garantía de Revolución. Esto se puede aplicar a
algunos casos individuales en el caso de los docentes. Pensemos también la
discusión del impuesto a las Ganancias. Era la representación de menos del 20 %
de los trabajadores registrados. O sea ¿Qué estaba haciendo el otro 80 % de los
trabajadores registrados? Hablo de ese 80 % de trabajadores que tampoco es que
tiene grandes salarios, que en 2012, 2013 ganaban en promedio 7.000 pesos. Si
todos nos quejamos de la inflación y estamos ganando un promedio de 7.000 pesos
y encima apoyamos la modificación del Impuesto a las Ganancias para un sector
minoritario, encabezado encima por sectores trabajadores que en ese momento nos
jugaron en contra, tenemos que repensar como trabajadores qué estamos haciendo,
qué estamos apoyando.
Buena nota, muy clara.
ResponderEliminarte dejo mi blog, saludos!
http://maximilianofernandezgrau.blogsopt.com Nota conmemorando al gigante del siglo: Hugo Chávez