En la etapa que atraviesa nuestro
país, el debate sobre la participación del Estado como regulador de la economía,
los derechos de los consumidores y la alta concentración en rubros clave de la
producción, está más vigente que nunca. El Pulki dialogó con el ingeniero David
Selser, Tesorero de la Confederación General Económica de la RepúblicaArgentina (C.G.E.)*, una entidad que nuclea y participa activamente en defensa
del sector Pyme.
Un
poco de historia

La voz de la CGE no podía estar
ausente en el debate económico de estos días, en que avanzan las leyes de
defensa de los derechos de los consumidores y se ha modificado la ley “de abastecimiento”.
En diálogo con El Pulki, el ingeniero Selser, dejó claramente expresado el
pensamiento de los empresarios nacionales.
Pulki: ¿Cuál es posición de la C.G.E. sobre estas leyes que se han aprobado durante la semana?
SELSER: Primero hay que decir
que se trata de un conjunto armónico de normas no es solamente la Ley de
Abastecimiento, como quieren hacer aparecer los grupos concentrados a través de
sus medios (de comunicación) amigos. Ni bien el Poder Ejecutivo envió al
Congreso de la Nación este conjunto de normas, nosotros manifestamos nuestro
interés y luego categóricamente nuestro apoyo, a partir de diversas reuniones
que hemos tenido en la Secretaría de Comercio y en el Ministerio de Economía. En
esas reuniones nos fue acabadamente explicado y explicitado el alcance de cada
una de estas normas. A partir de allí, junto con otras organizaciones que
representan al empresariado nacional,
y no a un grupo de empresas, de oligopolios, de monopolios, sino al
empresariado nacional -que está constituido por más de seiscientas mil Pymes y
un total de un millón de empresas Pymes, si contamos los pequeños comercios y
unidades productivas, que son las partes débiles de la cadena de valor-, hemos
expresado categóricamente nuestro apoyo, así lo hicimos en las sesiones de las
Comisiones respectivas tanto en Senadores como en Diputados, donde tuvimos la
oportunidad de expresar nuestra opinión. Así lo hacemos permanentemente en los
foros y paneles en donde actuamos, estamos satisfechos plenamente con las normas
que se han promulgado esta semana.
P: Hay una gran concentración
en algunos rubros clave de la economía argentina ¿Cómo afecta el alto nivel de
concentración a estas seiscientos mil o un millón de empresas Pymes?
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Ingeniero David Selser |

P: Durante el debate
parlamentario, estos sectores del –autodenominado- “Grupo de los 6” –Cámara
Argentina de la Construcción, Unión Industrial Argentina, Asociación de Bancos
(ADEBA), Cámara Argentina de Comercio, Bolsa de Comercio, Sociedad Rural-
parecían querer llevarse al Parlamento por delante, levarse puesta la voluntad
popular…
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José Ber Gelbard, fundador y emblema de la C.G.E. |
SELSER: Ni más ni menos es como
usted lo dice, pero fíjese una cosa interesante. Si uno pudiera ver, si el
conjunto de los argentinos pudiéramos acceder a todo lo que se ha debatido,
todo lo que se ha hablado, y de una manera paritaria y equitativa todas las
posiciones, claramente, el consciente colectivo tendría mucho mejores
argumentos para tomar sus decisiones. Aquí solamente aparecieron ellos, sus
voceros, sus periodistas, los políticos de la oposición… Han aparecido con
insultos con adjetivos humillantes, con descalificaciones y nunca con un argumento.
Ellos dicen, con toda libertad y con toda soltura, que estas normas “atentan
contra la libertad de empresas”, contra “el libre mercado”, que van a generar
una disminución en los puestos de trabajo, una merma en las industrias, pero no
explican nada ni dan una sola razón. Dicen "trogloditas, fascistas, venezolana,
chavista, cubana", cualquier cosa, pero nunca dan un argumento.
Los cuarenta millones de argentinos,
los poquitos que estuvimos incluidos en los años ‘90 y a principios de esta
década, los muchos que fueron incluidos virtuosamente en estos once años, las
250 mil nuevas empresas que efectiva, material y concretamente trabajan,
contratan personal, y que en el total de las empresas Pymes tienen entre el 76%
y el 80% de los empleos registrados en la Argentina. Todos nosotros tenemos que
tener la responsabilidad, y esto sí es un reclamo que nos hacemos a nosotros
mismos y que invitamos a hacer, de ir a fondo y buscar siempre la segunda opinión.
No solamente la opinión favorable sino, por cierto, aquello que hace a enriquecer
nuestro pensamiento y nuestro criterio. Si así hiciéramos estaríamos claramente
en mejores condiciones de tomar decisiones, pero ellos no quieren que esto sea
así. Entonces, detrás del insulto, de la risa, de levantarse de la discusión
con gestos ampulosos, y de hacer rondar a sus economistas que van y vienen por
los programas de televisión a repetir siempre lo mismo (lo del mercado, la
devaluación, la necesidad de salir del mundo y que vengan las inversiones
extranjeras), detrás de eso está toda esa historieta que ya nos llevó al abismo
a los argentinos. Necesitamos formar una fuerza
nacional entre todos. Una fuerza del pensamiento, de la militancia, del
criterio productivo, industrialista, de libertades, de derechos, de
distribución, de equidad, de inclusión, que es lo que ha logrado el Estado en
el centro de la escena, en todos estos años.Estos sectores del poder concentrado tratan de minimizar y
sancionar a un Estado que se ha puesto los pantalones largos, que finalmente
ha tomado las riendas de la economía, de las relaciones sociales y está en el
centro de la escena. Este fenómeno debe ser aplaudido y saludado. Pero ellos no
quieren que sea así, quieren estar solamente ellos en el centro de la escena,
que el Estado sea tributario de sus caprichos, de sus veleidades, de sus
intereses concentrados y de todo lo que ellos creen que tiene que ser el
beneficio para unos pocos en detrimento de la justicia social para todos los
argentinos. Esa es la verdad de toda esta cuestión e insisto, sus
descalificaciones, la violencia en su discurso y la falta de argumentos es la
fuerza de choque que ellos tienen para no mostrar sus verdaderos intereses.
* Gracias a J. Dèboli y A. Maturana por facilitar la entrevista.-
* Gracias a J. Dèboli y A. Maturana por facilitar la entrevista.-
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